viernes, 10 de agosto de 2012


                                  MI VIDA SIN TI
                                 In memoriam a mi madre- 5-3-2012
Cada día es una afrenta,
un esfuerzo inusitado,
frenesí que no amedrenta.
en mi corazón desgraciado,
denuedo dolor que se enhiesta,
silentemente desgarrado,
ante angustia de tu ausencia.

Cada día es un clamor
arrebolado en mi alma,
aunadas preces en fervor
descollándose en flama,
por tu fruir innato amor,
a mi orfandad abrevada,
por otrora en alborozo.

Cada día es vivir y  revivirte,
jaleantes lamentos encendidos,
en el delirio que pervive,
por cálido llar de tu cariño,
tea que por tinieblas sigue,
holladas de tu briscado camino,
donde arrullada tu estela vive.
Insuflada de la pena en que vivo

Cada día es magno desgaire,
al artero del  infausto sino,
provecto céfiro titilante,
trocado a sinuosos espinos,
hirientes fisuras sangrantes,
sabiéndote en el infinito,
en mi corazón por abrazarte.

ANA ARIAS SAAVEDRA



PENSANDO EN TI
IN MEMORIAN A MI MADRE  21- 2- 2012

Muy de mañana te levantaste,
reverberando eximio amor,
y nada mas en acicalarte,
la impía parda te arrebató,

Y desde entonces mi alma llora,
mi corazón quiebra de dolor,
todo mi ser el tuyo añora,
escudriñando insondable albor.

Entre relentes te voy buscando,
entre tinieblas, la soledad,
y al silencio yo voy tentando,
mi cuerpo hale al Más Allá.

Para abrazarte madre querida,
como de niña solía hacer,
símil fervor que nos unía,
acrisolando nuestro querer.

Mas, la pena se encrudece,
engrandece por la madrugada,
ante el eco que se enmudece,
a expandirme tu voz amada.

Amado tono al que acudía,
de cotidiano mi corazón,
a vegadas con gran delicia,
otras ahíto de desazón.

Al tuyo que predispuesto,
nada mas verme a ti llegar,
todo pesar se iba al viento,
la hilaridad ornaba el llar.

Ahora madre voy sobre holladas,
entre tersuras de tu pasar,
buscando imagen, unas palabras,
mero resquicio me ha de bastar.

Para yo verme en tu mirada,
saberte cerca de mi existir,
estibarme en dulce calma,
de tu pura alma, mi elixir.


Vislumbrando el horizonte,
que cual estrella me alumbrarás,
ésta mi vida, baldío norte,
desde que madre, tú ya no estás.

ANA ARIAS SAAVEDRA